He hecho un alto en mi trabajo de asesora de emprendedores y organizaciones ligadas al emprendimiento para escribir esta columna porque llevo días pensando en lo mismo: las pymes dan lástima. Porque eso es lo que escuchamos en la televisión, en las redes sociales, en la radio.
¿Han escuchado últimamente frases como: Todos por las pymes, Elige pyme o Portal pyme? Me aburrí. Podría escribirte 500 frases relacionadas a las pobres pymes de este país, que están circulando en los medios, para apoyar a estas pobres criaturas del señor en su arduo camino para llevar adelante sus negocios.
Les voy a contar mi experiencia. En esta pandemia, haciendo un cálculo rápido, el 80% de mis compras las he realizado a pymes ¿Por qué? Simple. Porque he encontrado productos que cumplen mis necesidades, de muy buena calidad ¡Y que tienen pronto despacho!
De ese 80% de pymes, mi satisfacción con el producto elegido, ¿saben de cuánto es? 100%. Todas han cumplido o superado mis expectativas. Todas me han dado la posibilidad de tener productos o servicios con una relación precio-calidad atractivo, con un despacho rápido, a la puerta del hogar.
De esas Pymes, les doy algunas estadísticas. El 0% me ha pedido que recomiende sus productos en mis redes sociales; el 0% me ha mandado un segundo mail contándome que otros productos tienen; el 0% me ha mandado una encuesta para tener un feedback de su producto o servicio (en donde si yo las calificara muy bien, esos comentarios podrían utilizarlo en sus redes, como un excelente argumento de venta); el 0% de las pymes de productos consumibles, por ejemplo aceite de oliva, luego de un mes de haberlo comprado, me mandó un mensaje de WhatsApp preguntándome si quería comprar nuevamente. Y lo peor, el 100% de ellos tienen mis datos, mi correo o mi contacto de WhatsApp. Y, del 100% estoy 100% satisfecha o más que satisfecha con sus productos.
Entonces, vuelvo al inicio. Las Pymes dan lástima. Y está bien, porque estamos en una cancha desigual. Porque las oportunidades que tenemos son bastante inferiores a las de los grandes competidores del mercado.
Ahora te pregunto, mi querido comprador. Si necesitas un juego de sábanas adicionales, porque tu suegra muy amablemente se fue a vivir a tu casa, para cuidar a tu hija mientras trabajas, y las que ella tiene se rompieron por tanto uso (si hablo de ti suegra querida). ¿Qué eliges? ¿apoyar a las pymes, porque son las pobres criaturas del señor? o ¿eliges un juego de sábanas, con una buena relación precio-calidad y que llegue en un plazo menor a 3 semanas (lo que se está tardando hoy el retail tradicional)?
Por lo menos yo, elijo pyme. No porque hago una acción benéfica, lo siento, para eso están las donaciones. Yo elijo pyme porque necesito que el producto llegue dentro de las próximas 48 horas y que cumpla con la necesidad que tengo hoy.
Juguetes para mi hija, alcohol gel, vino, pisco sour, un micrófono para mis charlas, pijamas, telas para la fabricación de mascarillas de mi mamá, útiles de aseo, regalos para mis amigos que acaban de ser papás, regalos de cumpleaños, postres para el fin de semana, aceite de oliva, juego de sábanas…
Antes de la pandemia todos estos productos los hubiese comprado en el retail tradicional. Ahora, “happy coronavirus”, conozco a varios emprendedores y pymes a los que les seguiré comprando, porque sus productos son iguales o mejores que los de las grandes tiendas.
Pymes, ustedes no dan lástima. Dejen ese tipo de comunicación a las organizaciones que apoyan al emprendimiento y al gobierno. No comuniquen lástima a sus potenciales clientes, porque ellos, en su mayoría, al momento de tener una necesidad no estará pensando en cómo ayudar a la pobre pyme, sino que estará pensando en cómo satisfacer la necesidad que tienen.
Y hoy más que nunca pueden brillar con sus productos y servicios, con su relación precio-calidad y por su rapidez de despacho.
Claramente muchas pymes han sufrido por la pandemia. Por distintos motivos que son 100% validos. Rubros golpeados, turismo, restaurantes, (me saco el sombrero porque fui dueña de un restaurante y deben estar pasándolo pésimo), y muchos más. Para todos ustedes espero que esta contingencia pase luego y puedan superar este terrible momento. Para todo el resto, aprovechen este momento.
Aprovechen las bases de datos, no se olviden de las personas que ya probaron sus productos, que ahí hay grandes posibilidades de recompra, comuniquen sus beneficios y su rapidez de entrega si la tienen.
Las Pymes dan lástima… comunicacionalmente.
Tú, pyme, dedícate a brillar. Es tú momento. No te distraigas, “dale con todo, si no pa´ que”.